El día del batacazo final

Escrito por las patitas de Cucaracha en su guarida jueves, enero 31, 2013

Se dice que la vida da muchas vueltas y que, tal y como te va abriendo puertas, te las va cerrando en el momento menos esperado. Yo tuve mucha suerte al encontrarme una puerta abierta hace dos años que, por desgracia, se acaba de cerrar de golpe.

¿Que de qué estoy hablando? Pues de aquel libro que me iban a publicar, aquél del que os hablé con tanta ilusión en este blog allá por 2011. Finalmente, la editorial que había aceptado su publicación y yo hemos roto el contrato que nos unía. Ya no me lo van a publicar.

¿Por qué ha pasado esto? Muy sencillo: las ventas no acompañan a ese tipo de novelas. Se trata de una editorial centrada sobre todo en las temáticas juveniles o adultas, y no tanto en la línea infantil-juvenil. En el momento en el que mi libro (más bien de corte infantil-juvenil) llegó a sus manos, los responsables de la editorial se disponían a aventurarse en una nueva colección de esas características, y por eso mi libro debió de parecerles un fichaje aceptable para ello. Pero, al parecer, han sacado al mercado la primera de las novelas que tenían previstas para esta colección y no ha tenido el éxito que esperaban. Y, debido a ello, no pueden confirmarme si sacarán el libro al mercado o no, y mucho menos proporcionarme una fecha concreta. Y yo me siento demasiado hastiada para seguir esperando sin tener ninguna garantía.

A partir de aquella primera toma de contacto en la que me dieron el esperado y establecimos un vínculo contractual, dejé de tener noticias de mi libro durante mucho, mucho tiempo. Primero me dijeron que saldría en 2012, sin concretar una fecha aproximada. Después, me comunicaron que lo atrasarían hasta principios de 2013. Y, finalmente, los primeros meses de 2013 llegaron sin recibir aún ninguna información sobre la publicación del libro.

Finalmente, se pusieron en contacto conmigo hace poco. En el fondo me lo esperaba, me esperaba perfectamente lo que me iban a decir, pero no por ello dejó de sentarme terriblemente mal. Que me hayan puesto un sueño de este calibre en las manos y luego me lo quiten de repente por una razón tan fría como es el número de ventas es una sensación muy, muy amarga. Y, sobre todo, me pesa que hayan esperado tanto para decírmelo cuando era algo de lo que ya estaban seguros. La sensación de haber perdido dos años en los que podría haber estado luchando por sacar adelante mi libro, la obra en la que tanta pasión y esfuerzo invertí. 

Por mi parte ya estoy volviendo a asimilar que vuelvo a estar igual que al principio: con un manuscrito bajo el brazo y un largo camino por recorrer. Por suerte, este gran batacazo me ha servido para volver con fuerzas renovadas. Ya me he puesto manos a la obra con las nuevas correcciones del libro, pues quiero adecentarlo antes de volver a enviarlo a todas las editoriales en las que pueda encajar. Y me maravilla darme cuenta de que, a medida que lo voy puliendo y resucitando poco a poco, voy recobrando la fe en él. De nuevo empiezo a pensar que, tal vez, alguien sea capaz de ver algo en mi historia, algo que le lleve a pensar que merece la pena apostar por ella. 

Así que esto es lo que hay: nadie dijo que fuera fácil. Ahora toca volver a las impresiones y encuadernaciones, las cartas de presentación y las sinopsis, los viajecitos a la oficina de correos más cercana... Esto me trae recuerdos. Y me anima a pensar que, si una vez tuve suerte... ¿por qué no habría de tenerla una segunda vez?

Y, con esta entrada, la sección de Primeros pasos de una aspirante a escritora vuelve a ser lo que fue en su día: las crónicas de una amante de los libros que lucha incesablemente por entregar su obra al mundo y poder verla publicada, descansando entre sus muchos preciados volúmenes en la estantería de su biblioteca. 

Algún día, ya sea tarde o temprano, lo conseguiré. Eso os lo puedo asegurar.

Experimento literario: Destila Estilo (I)

Escrito por las patitas de Cucaracha en su guarida sábado, enero 12, 2013

Y con este pedazo de título (no sé si esto ha sido ironía o autoconsolación) vuelvo después de las vacaciones con una idea que me viene rondando por la cabeza desde hace un tiempo.



Es algo muy sencillo y que podría llegar a ser bastante curioso si la gente se anima a participar. Se trata de un pequeño "experimento literario" que servirá más que nada para comprobar lo diferentes que pueden llegar a ser dos textos con la misma base pero escritos por diferentes manos. Simplemente consiste en esto: yo propongo una historia, una historia simple resumida en una frase, y vosotros escribís un texto basado en esa línea de partida. No hace falta que escribais una novela; de hecho, no seais burros con la longitud: procurad que sea como máximo de una página para que no sea incómodo de leer luego en el blog. Incluso podría ser simplemente un párrafo, una frase larga... Todo lo que queráis, absoluta libertad. Tampoco es necesario que os ciñáis exclusivamente a lo que diga la frase. De hecho, cuanto más estilo propio le deis al texto, mejor: un final inesperado, una prosa característica, recursos originales... ¡Cuanta más imaginación se le eche, mejor! Pero todo sin dejar de ser fieles a vuestro estilo, claro.

La idea es colgar luego todos los textos aquí para comparar. Como he dicho, puede llegar a ser bastante curioso si la gente se anima. Así que, aunque se avecinen los exámenes, no tengas miedo y apúntate: esto estará abierto bastante tiempo, por lo menos hasta que recopile un buen número de textos. Así que sin prisas.

Dicho esto, manos a la obra: la línea principal del texto va a ser algo aleatorio. Por ejemplo...

Un hombre se despierta en medio de la noche porque ha escuchado ruidos en su casa. Al ir a mirar de qué se trata, descubre que se ha colado un gato por la ventana.

Aquí tenemos el planteamiento. Sencillo, ¿verdad?

Así que, si quieres participar, no tienes más que enviarme tu texto a mi dirección de mail o, si te da pereza, enviarlo a través de este formulario de contacto. Gracias de antemano y ya iré contando más noticias sobre el tema.

Y esto es todo. ¡Nos vemos!