El color de la magia

Escrito por las patitas de Cucaracha en su guarida sábado, enero 14, 2012



Me declaro fan de Terry Pratchett a partir de ahora. Cómo me alegro de que, entre mis propósitos de año nuevo (de esos que se empiezan con un entusiasmo inspirador y acaban en un "bueno, si no lo cumplo tampoco me voy a morir") estuviese el deseo de leer todos esos libros que he ido acumulando por falta de tiempo. El color de la magia me entró por los ojos nada más verlo en la librería; no sólo porque tuviera ganas desde hacía tiempo de probar algo del autor, sino porque la edición que me encontré la habían lanzado a menos de dos euros. Libro nuevo y encima a dos euros. Obviamente no iba a dejar pasar la ocasión.
Eso fue el año pasado, y hasta hace unos días no me dio por empezar a leerlo.

Y no me arrepiento para nada; me alegro de que una de mis primeras lecturas del año haya sido tan satisfactoria. De hecho, creo que no estoy disfrutando tanto con la lectura de Donde los árboles cantan porque mi mente sigue flotando por algún punto cerca de la periferia del Mundodisco. El estilo de Pratchett es el estilo definitivo de fantasía humorística; me entusiasma su capacidad de hacerte disfrutar con una historia de fantasía, con unos personajes originales que son la antítesis del glamour (me pierden ese tipo de personajes, todo hay que decirlo), al mismo tiempo que describe un mundo físicamente inverosímil con un estilo que le da fuerza y solidez a base de entremezclarse con un humor ágil y a menudo absurdo y sutil. Me encanta la fantasía humorística, llevo escribiéndola desde que era una renacuaja y esto es una muestra de lo que llevaba mucho tiempo queriendo encontrar y leer. He hallado en Terry Pratchett a un maestro del género.

En fin, mejor será que explique un poco de qué va la historia; me dejo llevar por el entusiasmo y me olvido de las formas.




El color de la magia es el primer libro de la saga del Mundodisco, serie que consta de múltiples tramas que se desarrollan en dicho mundo. El Mundodisco no es un planeta corriente como uno podría suponer; se trata de un mundo plano y circular, sostenido sobre el lomo de cuatro elefantes, los cuales están de pie sobre el caparazón de la gran tortuga A'Tuin, que va vagando por el universo. Este es un claro ejemplo del tipo de localizaciones geográficas imposibles que abundan en este universo, casi siempre explicadas con un lenguaje pseudocientífico en clave de humor. La vida en el Mundodisco se desarrolla generalmente en un ambiente con cierto caracter medieval.

En este libro se inicia, concretamente, la historia del hechicero Rincewind; mago de poca categoría, pues fue expulsado de la universidad invisible conociendo tan solo un hechizo. El mago tiene la desgracia de toparse con cierto personajillo extranjero, Dosflores, con un ardiente deseo de involucrarse en la vida mundana y hostil de la ciudad de Ankh-Morpork y vivir aventuras, siempre empeñado en realizar dibujos instantáneos con una extraña cajita que lleva encima a todos lados. De ese modo, Rincewind y Dosflores, acompañados del equipaje de este último (un cofre con numerosas patas que sigue a sol y sombra a su dueño) se verán involucrados en una trama que los llevará hasta los confines del Mundodisco.

El personaje de Rincewind me ha ganado; es que menudo pringado está hecho, el pobre. Quién le iba a decir que su habilidad para hablar idiomas le iba a llevar a semejante odisea, siempre con la propia Muerte en persona (si se le puede llamar "persona") pisándole los talones. Por otro lado, Dosflores también supone un gran recurso para la historia; aparte de su inocencia, alentada por su eterna curiosidad por todo lo que le rodea (independientemente de que sea peligroso o no), principal desencadenante de todas sus desventuras, son frecuentes los comentarios sobre la tierra de la que procede, estableciendo en muchas ocasiones referencias claras a nuestro propio estilo de vida.

La verdad, me cuesta ahora mismo verle algún punto malo al libro. Supongo que a otras personas menos amantes de este tipo de humor, el libro puede resultarles ridículo en algunos puntos; a mí no. De hecho, ha habido momentos en los que los paisajes descritos me han llegado a fascinar de verdad. Estoy deseando seguir adentrándome en los misterios del Mundodisco; antes tengo que terminarme el resto de libros de la lista, pero luego tengo que pillarme alguno sin duda.

Concluyo insistiendo en lo ya comentado: El color de la magia es un cóctel de imaginación desmedida, visiones que quitan el aliento y, como sustento base, humor y más humor. Libro altamente recomendado. Le pongo el SCC.


PD: ya mismo estoy de exámenes. Recordadme tal y como era.